Gotas en la ventana

Lluvia en una ventana de la Plaza de Los Hermanos Orbón. Avilés. ©Miki López
Comenzó un junio revuelto después del verano anticipado que nos regaló el mayo de desconfinamiento. Las playas se llenaron de estrechas distancias de seguridad. La luz y el calor dan optimismo y cierta dosis de relajación pero la tormenta nos devuelve a la prudencia. La plaza de los Hermanos Orbón ya no es el hervidero de tenderetes en el mercado de los lunes. La pandemia se llevó por delante muchas tradiciones comerciales y festivas. No sólo entra un junio gris en lo meteorológico. Afrontamos un verano triste en lo lúdico con implicaciones económucas. Ni Xiringüelu, ni Sella ni tantas romerías y verbenas que llenaban los prados de aromas de sidra y costilladas. Desde esta ventana de la plaza veo como el sol intenta abrirse paso entre tanto nubarrón. Mi querido maestro Santiago García me lo decía muchas veces
– Tranquilo Miki. Nunca llovió que no parara.
Y así es.